DETALLE :
Viaje de observación de aves
La Isla Seymour Norte tiene 1.9 km2 (1.17 sq. mi) y es uno de los mejores sitios para aves marinas en todo el Archipiélago. Se encuentra aproximadamente a 7 km (3,89 millas) al norte de la isla de Baltra (donde se encuentra el aeropuerto) y no lejos de Santa Cruz. La isla fue levantada del fondo del océano por un evento sísmico, y sus orígenes como lecho marino le dan a la isla su perfil bajo y plano. Es una isla muy seca sin fuentes naturales de agua, lo que deja a los animales, a saber, las iguanas terrestres, dependiendo de las deliciosas flores de los cactus para su alimentación. Acantilados de solo unos pocos metros de altura (28 m, 92 pies) forman la costa, donde fragatas, piqueros de patas azules, garzas, halcones y gaviotas de cola bifurcada se posan entre las cornisas y las rocas. Este se ha convertido en un lugar ideal para que los observadores de aves y ornitólogos observen la peculiar y diversa cantidad de aves que hay aquí. Un diminuto bosque de árboles de Palo Santo de color gris plateado se encuentra justo encima del rellano, generalmente sin hojas, esperando que las lluvias comiencen a florecer. La isla está rodeada de muchos tiburones como el tiburón tigre, tiburón de Galápagos, tiburón de arrecife y otros animales como lobos marinos, iguanas marinas, serpientes, rayas. Además de Seymour Norte, tendrá la oportunidad de ver y experimentar el islote Mosquera, lleno de lobos marinos.
El viaje comienza con un viaje en autobús de 40 minutos desde el hotel hasta Itabaca Chanel. Luego, un cómodo yate lo llevará a la Isla Seymour Norte, donde los aventureros se sorprenderán con la vida silvestre única (flora y fauna) en estado natural. El recorrido consiste en un sendero de aproximadamente dos horas y media donde los huéspedes pueden tomar fotografías maravillosas. Uno puede observar la colonia más grande de magníficas fragatas, gaviotas de cola bifurcada, piqueros de patas azules e iguanas terrestres, así como lobos marinos e iguanas marinas a lo largo de la costa. El viaje llevará a los viajeros a la prístina Mosquera. Este islote pequeño, plano y arenoso ofrece a los aventureros la observación perfecta del comportamiento de los lobos marinos. También es posible observar gaviotas de lava, aves costeras y cangrejos Sally de patas ligeras.
Mientras disfrutan del almuerzo caliente en las cabinas del yate, los pasajeros serán llevados a la Playa Bachas. La playa es un lugar paradisíaco para caminar, nadar y disfrutar del sol. El snorkel lo sorprenderá con coloridos peces de arrecife, varias rayas, tiburones de arrecife de punta blanca y tortugas verdes. El viaje lo lleva al Chanel, luego de regreso al hotel en autobús.
Se recomienda llevar traje de neopreno para neutralizar la temperatura del mar porque baja de los 20ºC de septiembre a diciembre y sube de 27ºC de enero a agosto.